¿Por qué los niños van a la escuela? Probablemente estés pensando, "Eso es obvio. ¡Aprender, por supuesto! "¿Pero el conocimiento académico, solo, es el objetivo final de la experiencia de aprendizaje? ¿Qué sucede si el proceso educativo puede generar más de un solo resultado? Una educación católica es una experiencia de aprendizaje única porque se enfoca en algo más que solo en lo académico. Creemos que nutrir a toda la persona en mente, cuerpo y espíritu es necesaria para una vida feliz, saludable y equilibrada. Las escuelas católicas brindan a los niños la inestimable oportunidad de ampliar sus conocimientos, explorar sus pasiones, crear comunidad, fortalecer su sentido de sí mismos y conocer a Dios en un solo lugar.